Fragmento del estudio

  De la Biblioteca de Alejandría a la Biblioteca Virtual: nuevas formas de publicar; la ventana humanística en el ciberespacio
Por: Consuelo Ramos De Francisco y  María Rosario Vera
Caracas, 13 de Julio de 2013



    Alejandría, puerto de Egipto a orillas del Mediterráneo, de gran desarrollo comercial, fundada por Alejandro Magno en el 331 a de C., fue célebre por su gran faro de más de 150 mts. de altura, cuya luz orientaba a centenares de embarcaciones, pero además fue Alejandría, en el tiempo de los tolomeos el centro artístico literario heredero de la civilización helénica, fundándose en ella la más completa e importante biblioteca del mundo conocido, con más de 750.000 volúmenes, los cuales representaban el conocimiento humanístico y científico para el mundo de la época. Grandes centros del saber como Siracusa, Pérgamo, Alejandría y otras ciudades helénicas crearon las primeras y más antiguas bibliotecas depositarias del saber; las mismas fueron instalaciones al servicio de una elite erudita.
   Códices y manuscritos, tablillas de arcilla y papiros fueron ordenados y clasificados por eruditos, filólogos, filósofos, literatos u hombres de ciencia como Demetrio Falero, Céneca, Zenódoto de Efeso, Calímaco de Cyrene, Apolonio de Rodas, Eratóstenes, entre otros, quienes además fueron bibliotecarios de la famosa Biblioteca de Alejandría, más que custodios, fueron organizadores y creadores de un conocimiento científico. Alejandría era el centro del mundo y del conocimiento, su luz no fue sólo para los navegantes, el helenismo, la helenización, influyó profundamente en la cultura universal.
    A partir de la invención de la imprenta en 1440, se abrió un nuevo capítulo que aún no se ha cerrado en la historia de las bibliotecas y del libro.
   Desde el siglo XV los libros invadieron al mundo y el conocimiento penetró hasta los estratos sociales más bajos, y ya en el siglo XIX las bibliotecas pasaron a formar parte de la motivación social, así se consolidaron como centros de acopio y difusoras del saber. La creciente producción de documentos en las diferentes especialidades, les dio un carácter masivo de grandes proporciones.